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13 de septiembre de 2016

LO QUE QUIERO

Quiero un saxofón y un sombrero; quiero el ámbar, un abedul y un tambor de hojalata; quiero La Belleza, una nueva canción para Lucía; quiero ser un Rolling Stone y beber con Chavela; quiero recoger guabas con mi abuelo; volver a fumar el primer cigarrillo con mi hermano; quiero a mi Juana eterna y a mis enanas gigantes; quiero a mis padres sentados en mis hombros; quiero que estos sueños se despierten; quiero conversar con Facundo y actuar en una película de Woody Allen; quiero un beso, uno solo que me paralice y un aguacero que me vuelva a la vida; quiero cantar "Piensa en mí" y creer que estás pensando en mi; quiero un helado de mora, un día dormir todo el día; quiero el perfume que me lleva siempre a tu nombre; quiero que la Libertad siga siendo lo mismo que Victoria; quiero una mano para brindarla, aunque alguna vez me canse; quiero un poema que me acerque a Pablo y a Mario y a Whitman y a tus oídos; quiero una mañana que se llame Siempre; quiero demorarme al descubrirte; quiero romper lo que me atrape; quiero detonar mi falso empeño; quiero saborear el eucalipto; quiero rebosar de latidos puros; quiero saber decir “te amo” sin que me duela la garganta, sin que pierda la garganta; quiero dominar mis miedos y entenderme con ellos, no quiero que me dejen quiero que me sirvan; quiero tus piernas tatuadas alrededor de mi cintura; quiero enamorarme sin frenos, decir siempre lo que pienso, vivir a todo lo que tengo; quiero cien libros más; quiero que me alcance el tiempo; quiero que mi voz se destaque en la caja mágica; quiero una moto y un camino y un contigo al final; quiero llorar sin pena; quiero volar y volver a sentir el placer de caminar sin rumbo fijo; quiero desarmarme y sentirme salvado por mi gente; quiero que mi demonio triunfe y se desate en fuegos que lleguen a todos al corazón; quiero descubrir donde anidan en secreto mis personajes; quiero reírme a carcajadas con mi brother abrazándome y que me diga que soy un imbécil; quiero la mitad de la luna cuando tú la estás mirando; quiero rock n´ roll y rocola en un concierto sin precedentes, luego bailar con banda de pueblo hasta desmayarme; quiero una mirada tuya que me confiese tus ganas; quiero que después de hacer el amor me cantes una canción; quiero una botella de Jack Daniels y cinco de Norteño; quiero que vuelva mi arrogancia sabiéndome el mejor; quiero que alguien me hable de cine como yo de fútbol; quiero volver a hacer un gol en cualquier arco; quiero demoler etiquetas como Charlie va demoliendo hoteles; quiero Isla Negra, La Habana, Misaguallí, Viena, Johannesburgo, el París de Rayuela y Nunca Jamás; quiero que las quejas vayan mutando en intenciones, que sean buenas intenciones; quiero que la coherencia me adopte, ser honesto; quiero sentir que hay alguien que me espera; quiero seguir descifrando que es lo que en realidad quiero…


NOTA: ESTE TEXTO SE ESCRIBIÓ EN EL 2012 PERO POR ALGUNA RAZÓN, AL QUERER PUBLICARLO EN FACEBOOK, ME DICEN QUE TIENE CONTENIDO PELIGROSO, POR ESO LO VOLVÍ A SUBIR


17 de julio de 2015

SOÑÉ

Soñé que me venías;  que me arrollabas pidiendo alivio a tu cansancio recayendo en mi cuerpo, domándolo tiernamente hasta hacerlo asumir una postura horizontal; que tu pecho se pegaba en mi espalda y tu, arrullada por la calma de mi respiración, dormías por horas con la tranquilidad de los justos.

Soñé sentirte despertar con tu boca inquieta desparramando suspiros en mi nuca, mordiscos en mi oreja, buenos días en mi alma; que tus dedos vivaces, exploradores, cartógrafos primerizos dibujaban en mis costados claves para seguirlas en próximas visitas y al final tu riendo porque descubriste que tengo cosquillas.

Soñé que me pedías no levantarnos, reclamar para nosotros el reino de las sábanas,  gobernarlo, destruirlo, mejorarlo, humedecerlo, ser dioses y llamar a tormentas e incendios para luego ser los gestores de un sosiego bellísimo.

Soñé que acicalabas mi cabello mientras envolvías mi cintura con tus piernas, ese par de carrizos tersos de canela leve; que con tu voz casi inexistente me pedías que exacerbe la quietud de aquel momento.

Soñé que me rodeabas; que tus ojos acercándose iban limitando mi visión periférica para convertirse en mi única visión; que sentía tu aliento cerca mientras tus manos invitaban a las mías a reconocer tu cintura; que me mordiste el labio para marcarlo y reclamarlo en propiedad por lo que restaba del día; que mutabas en anaconda ajustándome, con tu menudo ser entero, a tu pubis y senos y boca.

Soñé que me dejaste invadir la exótica selva de tu cabello, la marea oscura de tu capilar senda que escondía mi cabeza cuando mis labios atrevidos buscaban tu cuello acelerados; que cerraste los ojos cuando logre rozar con la punta de mi lengua el lugar más saliente de tus montes de chocolate que guardan tu corazón.

Soñé que en un momento te libraste y me soltaste de golpe toda tu extensión cuando pude cumplir aquellas trilladas advertencias de besar tu ombligo; que me dejaste reconocer con cualquier parte de mi cuerpo todas tus marcas, las que te dejo la vida y las de tus decisiones, y en ese momento resolviste no parar.

Soñé que me brindabas la tibieza de tu sexo y entre silentes desvaríos te aferrabas a mí mientras yo arremetía con la fuerza de mi deseo; que las horas del universo pasaban conforme a nuestra obsesión de continuar descifrándonos entre sudores, jadeos, besos hasta volar en una explosión de dichosa satisfacción.

Soñé los dos exhaustos, plenos, acostados  de nuevo como al principio, entregados ahora como al principio.

Soñé que despertaba y seguía sintiendo tu pecho en mi espalda;  y a ti llenándome de buenos días; y los dos convertidos en dioses de las sábanas; y con tu susurro me seguías pidiendo que rompa la quietud; y a tu aliento muy cerca para volverme loco; y con mis manos aún entre tu cabello; y yo besándote el ombligo; y nuestros sexos juntos; y los dos explotando; plenos y volviendo al inicio para volver a soñar.

BÁRBARO @barbarooc

3 de junio de 2014

CUANDO LOS GALLOS CANTAN

Llegó a las 2 de la mañana y no durmió hasta las 6 y 15 que fue cuando entró a la ducha, antes de succionar el último `jalòn`. Esas ganas, ese deseo incontrolabe, estaba picado. Ahora el incómodo canto de los gallos empieza a desvanecerse igual  que los síntomas `placenteros` de los jalones; tiembla, tiene la boca amarga y pastosa, sus manos, torpemente abren la llave de agua caliente. El agua alivia un poco la ansiedad y el malestar. Cada vez que sus ojos cambian de dirección, el mundo y lo que en él existe se mueve. Se sugestiona, se dice a si mismo que todo va a estar bien para controlar el malestar psicológico, las preocupaciones de tener que ir a trabajar. El dolor físico no lo cura nada, excepto dormir, ya empieza a sentir la abstinencia. Solo piensa en llegar, pedir permiso alegando alguna enfermedad y regresar a su dormitorio y dormir. La madrugada terminó muy pronto, como lo que contenía su pipa; además por chatear con - según su buen  gusto - una hermosa fotógrafa que vive en la capital y por la excesiva necesidad de fumar la sustancia. Al amanecer solo le quedaban sus ojos color bermellón y una intranquilidad que provenía de las entrañas del espíritu. No tiene tiempo para el arrepentimiento. Sale de la ducha y con dificultad se viste. Tiembla (ese síntoma lo acompañará por el resto de sus días), las extremidades no responden las órdenes de su cerebro, quiere vomitar y la taquicardia ahoga su respiración. Cuarto para las 8, ya en la calle, saluda con desgano al vecino. Se apresura a coger un taxi. En su interior los síntomas se vuelven latentes, elevan su poder. –¿A dónde señor?- pregunta impaciente el taxista. Con las neuronas amortiguadas, quemadas y el último aliento piensa en cómo salir de la oficina. El taxi gira bruscamente, los líquidos se arremolinan en su estómago, se controla, abre la ventana para respirar el aire limpio y frío de la mañana. Al menos no tiene olor a alcohol, solo de un vaso de vino que duró el efímero paso de la madrugada y del placer. El corazón baila en su pecho. Paga el taxi, tiembla, se baja, cierra la puerta, respira hondo aunque es más un suspiro entrecortado. En ese estado, nadie soporta estar con gente al rededor. 5 para las 8. La fila para digitar el registro de asistencia se mueve despacio, saluda con alguien. –Buenos días- dice una voz de mujer  que pasa a su lado, su perfume es meloso, se marea. Siente que tod@s le miran, pero se consuela pensando que es por la sustancia en él, -no, no estoy llamando la atención- piensa. Llega a la oficina donde cumple funciones específicas de un comunicador, hay unas 3 personas conversando cerca de la entrada. Alcanza a articular un -buenos días- con una voz que le parece hueca, seca, sin vida y  pasa de largo a su escritorio. Alguien le mira fijamente, con habilidad esquiva esos ojos. Prende la computadora y respira. No soporta estar quieto, va al baño, moja sus párpados y sus palabras. Medio aliviado, calcula que decir para salir y dormir 2 horas, -solo 2 horas y voy a estar mejor…- piensa. Regresa a su escritorio, mira rápidamente para todas partes (menos a ojos humanos, no los tolera). No puede evitarlo y su mirada se cruza con los iris color café claro de su compañera. –Anoche fue la despedida de unos amigo que se van para México– se apresura a decir. –No he dormido nada- concluye con énfasis dando por terminada la interacción personal; regresa la mirada al monitor. A ella parece importarle un carajo sus argumentos, responde con desgano un –ahhhh -; por la mueca en su rostro y por su perfil psicológico, seguramente piensa en la irresponsabilidad de desvelarse entre semana por cuestiones sociales, esto además de la “extraordinaria” capacidad que tenemos la mayoría de seres humanos para juzgar y prejuiciar todo lo que pueda ser criticado. Ja!, siempre ayuda una actitud así. De vuelta a la computadora, finge abrir un documento y empieza a tratar de leerlo. Todo se mueve, las letras son masas amorfas color negro que van de un lugar a otro en el fondo blanco, se desespera, no se siente cómodo, solo quiere dormir. Inseparables, la taquicardia y la ansiedad se van pero vuelven con fuerza tomadas de la mano.

8 y 30 entra su jefe. Saludan normalmente. Es su oportunidad. En busca de argumentos para obtener un permiso, las enfermedades más inútiles y raras vienen a su cabeza: síndrome de Estocolmo, síndrome del hombre lobo, Coprofília, síndrome del Impostor, síndrome del acento extranjero, gripe del Congo, síndrome del hígado extranjero -maldita sea!!!– dice para sus adentros. Hora de la verdad. Se levanta de su silla y camina hacia el escritorio que está al fondo de la oficina que alberga a unos 8 trabajadores, su jefe que lo mira avanzar. -Economista Buenos días, no me siento muy bien, ayer tuve una reunión que se prolongó y comimos mariscos al parecer en mal estado creo que necesito un doc….-. Una pila de papeles vuelan como hojas de árboles, con el poder del viento de verano otoñal; su cuerpo cae torpemente sobre un escritorio, el golpe en el piso no lo tiene registrado, salvo por un chibolo en el parietal izquierdo y dinero en su cuenta por la liquidación. Esa madrugada, la misma rutina solo que esta vez alternaba el chat con la incesante búsqueda de trabajo, sus manos tiemblan cada vez que enciende la fosforera. -No entiendo porqué me despidieron- es el texto que se lee en el chat.

FILÁNTROPO ANTROPÓFAGO

4 de enero de 2014

CANTO PARA UN INICIO

Palabras de un corazón ataviado de desdicha
fuerzan reflexiones, juramentos, compromisos.

Liturgia bañada de ron; soledades compartidas;
reclamos extraviados; amor condicional,
es la plataforma para renovaciones tácitas.

Ahora: la interminable indecisión de los métodos;
la exploración de la causa de las dudas;
la fatigada gana de ser invencible
y la ilusión de compaginar letra y acciones.

¿Es posible?, la interrogación corroe,
¿es plausible?, la mirada de los otros aplasta.

Por fin, la cabeza de la dominante bestia aparece y grita,
su alcance desvanece muros y telarañas.
Mi verdad la acompaña y se ofrece altiva,
es la hora, el espacio se me ofrece con sus frutos listos,
los que acompañarán en este paso levantan sus escudos.

Mi garganta se llena con la conjunción de palabras exactas:
“Por mí y para mí el dibujar de esta ópera prima,
por mí y para mí la composición de este himno”,
y un río de lava sagrada limpia mis avenidas
antes habitadas por el gris domador de mi ambición,
y deja como herencia un nuevo inició,
y la esperanza sella mi futuro.

BÁRBARO @barbarooc


28 de agosto de 2013

FRAGMENTO DE ANA

Amor tan desazonado, 
tan dolido amor, 
porque no romper este triste aprieto 
y con un beso
herir a este mal hechizo…

…campanas de mal augurio,
comienzan a sangrar la tarde,
más dolido mi corazón,
mi soledad más dolida.

Como robarte un beso,
guardarme en tú mirada,
dar vuelta nuestra esquina
y morir…
y no olvidarte.



MARKOS TROTSKY @markostortsky

21 de agosto de 2013

34

Tan joven y tan viejo, en el limbo de la edad: nunca maduro para una; esencialmente sabio para todas las demás; una especie de energúmeno cómodo y moderno y un traficante de trabajos inconformes buscando la discordante magnificencia de encontrarme haciendo lo que me gusta.

Ahora dividido entre las doscientas páginas de un cuento que se me volvió una obra y con la decepción de encontrarme destruyendo versos antiguos, lo triste, no termino ni lo uno  ni lo otro. Aparte, encargado de construir una canción y ahora sin musa propia, pido prestada la de otro y el resultado me resulta un misterio.

Clavado en una edad sin clichés: ni crisis de los 30´s; ni la edad de cristo, dos dígitos juntados para dar nombre a un estado dentro de un tiempo, en mi misma tierra, con la misma gente, en el mismo espacio y con un par de ideas que me hacen levantar en la mañana.

No soy infeliz, ni soy ingrato, los que me rodean están rodeándome por algo y esa razón la dejo para el análisis de mis últimos días, pero me vuelven un ser feliz, tranquilo en todo caso, la felicidad, pensándolo bien, es un misterio de continuo descubrimiento que me rehúso a dilucidarlo.

Pero mientras tanto, a seguir siendo lo que soy, lo que he intentado ser por estos 34 años: un reflejo de lo mejor de mis padres (aunque no sé si he tenido éxito); un defensor de a donde creo que debe dirigirse la ambición; un amigo de mis amigos, desconocido de algún enemigo íntimo y un pacifista per se; un buen oyente; un hablador  (muchas veces sin medida); un inconforme ; un lógicamente ilógico; un descubridor reciente del valor de la consecuencia y la coherencia; principalmente un amante de la familia y los amigos sin medida y sin descanso.

Este 21 de agosto me llega con una dualidad de sentimientos encontrados: por un lado una tristeza inconmensurable por algo circunstancial que me está afectando y mucho, pero que sé que va a pasar y que, espero y sea cierto, me va  hacer más fuerte; y por otro la satisfacción de haber alcanzado una transformación en pensamiento sin haber cambiado mi particular forma de moverme,  desarrollarme y querer.

A los que me conocen ojalá transmita para ustedes lo que quiero transmitir, no me ofrezco más que como un bue tipo que quiere enviar buena onda y algo de lo que soy, si es que les sirve.

A mis actuales compañeros de sueños agradecerles por la confianza y la colaboración para las ideas que afloro, que no les quede duda que mi esfuerzo se dirigirá siempre para donde apuntamos en orígenes.

A mis amigos y amigas, hermanos y hermanas escogidas, un abrazo eterno lleno del amor más puro, nuestro pacto tácito de cuidarnos y ayudarnos cualesquiera fueran la circunstancias por mi lado será honrado infinitamente y el amor incondicional a su prole.

A mi familia grande (que sigue agrandándose) me ofrezco como aliado, como un ser de brazos abiertos y con el que pueden contar cuando lo necesiten.

A mi familia, todo lo mío sin miramientos, todo lo que soy y por lo que existo, siempre tengan por seguro que no hay nada que tenga la fuerza para indeterminarme en contra de su defensa o mermar mi inmenso amor (maldigo la no existencia de una palabra más fuerte). Adoro su existencia y el entorno que le dan a mi vida.

Para todos, si habría algo por pedir, tan solo regálenme poesía; música; imágenes; todo lo que construyen en su lucha íntima y que de seguro va cargada de la mejor energía.

Ahora la cuenta regresiva para los 35, con las ganas de llegar como llego ahora, tranquilo y feliz, bueno, terminando algunos de mis pendientes y con ganas de tener otros mucho más grandes.

Los quiero a todos y a todas y gracias por llenarme de 34.000 razones para seguir en este valle de lágrimas (final dramático).

BÁRBARO @barbarooc

17 de junio de 2013

EN BLANCO Y NEGRO

Mirada de espera
aire de impresiones altas
mi guardia baja, tu alma entera.

Apareces de golpe en mi penumbra
y en respuesta a mi sombra
tu luz aparece entre otras sombras.

Rasgos de niña áun,
boca serena e incitante,
luces de neón negro
piel de agua en calma.

Mis manos se han entregado
trazan tus límites, tus honduras,
me doblegan tus armas secretas
y mis secretos se te vuelcan.

Voy descifrando acertijos,
de tu margen, de tu rostro,
tus líneas me hablan desde tus fondos,
conectándome desde tu piel.

Ansío tu imagen eternizada,
el tiempo me falta y me apuro
y entreno a mis manos a doblegarse
y perderse sin auxilio entre tus sombras.

BÁRBARO @barbarooc