Me encargaste las flores del jardín, me pediste como un favor especial que bajara los pies del sillón, que te invitará a pasear en un domingo de fútbol, que te acariciara los ojos luego de que viste con rabia una injusticia, miles de veces me hablaste mientras construía paredes, me advertiste que no llegara tarde, quisiste que te enseñara las armonías del heavy metal, que te prepare arroz con huevo una vez, que tienda la cama para después destenderla juntos, una vez me lloraste preguntándome ¿porqué?...
Me acabo de estrellar y me doy cuenta que mis manos están cargadas de insecticida, que soy un patán, que aparento ser un barra brava inútil, que estoy ciego, que soy un destructor, que nunca llegué, es más nunca estuve, que mis oídos no entienden la música, que soy un desconsiderado, que mi egoísmo solo me alcanza para convertirme en parásito, y, maldita sea, aún no tengo una respuesta... Mil perdones.
BÁRBARO
