Buscar este blog

7 de septiembre de 2011

SUPONGAMOS


Supongamos que partimos solo desde ayer, que nos conocimos y fuimos aquellos que se rozaron y se sonrojaron. Supongamos que te vi acribillarme por primera vez hace millones de segundos y lo sentí hace solo uno. Supongamos que esta tarde nos maravilla, que esta noche nos supera, que nuestros labios tiemblan y que, por supuesto, nuestros sentidos se encuentran con un café, con una alfombra, con nuestras manos inquietas, con nuestro juicio perdido.

Sigamos suponiendo, ahora te entrego mis frenos, mis candados, mi armadura; supón que te nombro mi hierro; que me nombras tu altura; que me entregas tus fuerzas, tu fragilidad;que me escribes tus cuentos; que me pintas tu realidad. Supongamos que formo mi fortín con tu risa, con tu cabello, tus fondos, tus ideas, tus preceptos y que además con todo lo que conseguí de ti sin preguntarte.

Supón que me tienes, con el valor agregado que te quiero y te sueño…

Supongamos que sabes que me alumbras; supongamos que creo que me observas; supongamos que es cierto y a partir de aquello un instante de miedo y pensamientos detonantes y que podemos suponer que de ahora en adelante  viviremos de todos los supuestos.

BÁRBARO

0 comentarios:

Publicar un comentario

HÁBLANOS, queremos saber cuáles son tus demonios.